miércoles, 30 de diciembre de 2015

Star Wars: Las Gramíneas contraatacan

Uno de los placeres de la Guerra de las Galaxias y Star Trek es ver la diversidad de paisajes y de gentes extraterrestres. Desde el punto de vista de la evolución no tienen mucho sentido, aunque Star Trek podría ser un escenario plausible si los humanos colonizaran el espacio interestelar… Y luego se encontraran de nuevo unos cuantos millones de años después. Lo que os quiero contar esta semana es que tengo la mesa del trabajo llena de vulcanianos, klingons y otra gente pintoresca… Solo que mis extraños invitados no son imaginarios!

 Jabba en Star Wars

Durante un reciente viaje a tierras de Arabia tuve oportunidad de recolectar un buen número de gramíneas. Estas plantas no sólo son la base de la alimentación mundial (pensad en el trigo, el arroz y el maíz) y las causantes de gran número de alergias, son además uno de los grupos de seres vivos más exitosos del planeta. Crecen en todos los ecosistemas, desde las tundras ártica y antártica hasta las selvas tropicales, y dominan gran cantidad de biomas, como las estepas, pastizales y sabanas. Pueden ser diminutas y casi invisibles, como Mibora minima, que no levanta dos centímetros del suelo, o gigantescas como los bambúes del género Dendrocalamus, enormes hierbas de 25 m de altura. Con unas 12.000 especies, la diversidad de formas es increíble y necesitaríamos años para llegar a familiarizarnos con solamente la mitad de ellas.

 Ejemplar joven de Halopyrum mucronatum, en Omán. Foto P. Escobar

Las gramíneas son importantísimas en los ecosistemas mediterráneos, donde géneros como Agrostis, Bromus, Festuca o Poa son prácticamente ubicuos. Estos géneros „normales“ son parte cotidiana de nuestros paisajes y todos los botánicos y amantes de las plantas están familiarizados con ellos. Son, por así decirlo, la „gente normal“ que te encuentras en todas partes: sabes qué pinta tienen y a qué se dedican. De ahí el „pasmo“ que se lleva uno al poner un ejemplar de Apluda mutica o de Leptothrium senegalense bajo la lupa. Es como si de repente, los Klingons de Star Trek y los Ewoks de la Guerra de las Galaxias aparecieran juntos por la puerta del herbario. En los ecosistemas de Arabia, las gramíneas son igual de importantes que en el Mediterráneo. Pero al atravesar la línea que separa los climas desértico (con inviernos húmedos, donde llueve, y veranos secos) del Golfo Pérsico y monzónico de Yemen y Omán (con veranos húmedos e inviernos secos) hay un cambio casi total en la flora y los géneros paleotropicales de Cynodonteae, Andropogoneae y Eragrostideae (los “extraterrestres”) casi sustituyen a las Poeae, las „gramíneas normales“ de las zonas templadas. Es curioso ver las hermosas playas del Índico con sus dunas blancas pobladas por Halopyrum mucronatum donde uno esperaría ver la Ammophila arenaria de toda la vida. Con el cambio climático, es de esperar que estos „extraterrestres“ acaben colonizando la Península Ibérica. De momento, Dinebra ya ha aterrizado en Valencia.

Paisaje costero en Shaat, Omán. En primer plano: Ficus vasta. Foto: P. Escobar

3 comentarios:

Es el raro caso de que solo parecen ser extraterrestres al ojo científico, al ojo laico parecen ser gramíneas de toda la vida....Viva la biodiversidad, viva el ojo scientifico y su pluma se divulgación!

Seguimos en deuda con este autor,cada publiación resulta mas interesante,las simples gramineas dan de comer a medio mundo.

Queridos lectores: gracias por pararos por aquí. Si a tu ojo le parecen normales, quiere decir que no las miras con las gafas adecuadas! (esto me lo decía a mí la profe de botánica en primero de carrera).

Publicar un comentario